La TRCD es una Técnica de Reequilibrio Corporal Damun orientada a dar armonía y movimiento uniforme normalizado al cuerpo.
Es un método de trabajo corporal a nivel energético-emocional de origen español. Su creadora, María Gemma Sáenz, lo desarrolló experimentando en ella misma la diferente vibración de la energía de los colores.
Es un método que sigue avanzando y renaciendo cada día. Está en constante evolución.
Se basa en que el cuerpo es un 50% masa, 50% energía, y está en nuestra mano nutrir ambas partes por igual para mantener la armonía y la homeostasis. Es decir, que funcionamos como el engranaje de un reloj en el que todos los mecanismos están conectados y por eso es tan preciso y sincronizado.
Se trabaja el cuerpo a través de los masajes de reequilibrio corporal, que a través de la masa, liberan los bloqueos que nos provocan tensión, dolor o malestar en las diferentes zonas. Como complemento se realizan ejercicios físicos para temas concretos. Son con conciencia como puede ser para mejorar en la seguridad, la autoestima...o para dolencias en zonas corporales que ayudarán a liberar la tensión y a fortalecer la zona.
La mente se trabaja, además de con masajes, a través de visualizaciones creativas, meditación activa y ejercicios. Lo que realmente se logra con estos trabajos es liberar la mente del juicio, de los prejuicios impuestos por la educación y la sociedad en la que vivimos, y abrir nuevas capas, nuevas conexiones hacia una mente libre, oxigenada, de avance y abierta a lo nuevo al sí a la vida.
En resumen esta técnica trabaja a nivel físico conflictos emocionales de las diferentes etapas de cada individuo.
Venimos a realizar nuestro programa que es único y diferente del de cualquier persona que nos rodea. Tenemos ese programa emocional que desarrollamos a lo largo de la vida y lo tenemos en el cuerpo que hemos elegido como vehículo para vivir. Cada cual con sus pros y sus contras, pero es el nuestro por eso nuestra prioridad es mimarlo.
Somos capas de cebolla, y cada capa de esa cebolla es una capa energética que descubrir y desarrollar para sacar los recursos dormidos que tenemos de cada una de las diferentes existencias que hemos vivido en la Tierra.
La ilusión es uno de los motores de movimiento de la vida. Hay otro motor que es el dinero; yo me muevo por conseguir el dinero necesario para vivir, comer, y hacer cosas que me gusten y diviertan en mi día a día. Una vez que el dinero ya lo tengo colocado lo que hay que potenciar es el motor de la ilusión, porque lo contrario de la ilusión es la depresión. La ilusión se tiene que alimentar cada día, con cosas pequeñas, o con planes grandes, pero debemos mantenerla siempre viva para estar contentos, activos y en movimiento.
Para mas información sobre la TRCD hablamos un poco del ADN emocional en el artículo del blog Analizando nuestro cuerpo I.